PROYECTO FINAL: LA MENTIRA
Soy Carla Escobar Rojo y curso 1º de Bellas Artes. En esta asignatura de Análisis de la forma, el color y la luz, os expongo mi proyecto final.
Este año el tema elegido para el proyecto es “la mentira”. Con mi proyecto tanto materialmente como verbalmente he querido expresar como nos engañamos a nosotros mismos para auto convencernos día a día.
Mi proyecto consta con una performance de la que he tomado fotografías y vídeos, acompañada de un texto explicativo de cómo veo, personalmente, la mentira.
¿POR QUÉ MENTIMOS? ¿QUÉ ES LA MENTIRA?
Desde pequeños nos enseñan que mentir está mal, y lo procesamos sin mayor complicación: mentir es malo, no hay que mentir. Sin embargo, a medida que vamos creciendo, parece que esta idea se vuelve difusa. Nos acostumbramos a poner excusas con el fin de justificar nuestras mentiras, cuando, en el fondo, ni siquiera nos convencemos a nosotros mismos, ¿o tal vez sí?
Lo más importante de una mentira es que nadie sepa que lo es, debemos mantener la apariencia de que es una realidad a toda costa, es un secreto que guardamos para no mostrar lo que verdaderamente sucede.
La verdad es que a la gente le horrorizan las mentiras, se le hace más insoportable la propia mentira que los motivos que esconde tras de sí. Lo que esconde es miedo: miedo a que tu madre sepa que fumas, miedo a alejarte de tu grupo de amigos de toda la vida que no te hacen ningún bien, miedo a tirarte a la piscina por perseguir tu vocación, miedo a admitir que ya no quieres a tu marido después de 20 años de casados. El miedo a la verdad, en resumidas cuentas, nos lleva a sobrepasar esa fina línea que separa lo socialmente moral de lo inmoral. Se nos rompe la pata de la silla, y en lugar de tirarla a la basura y comparar una nueva, nos empeñamos en pegar la pata con pegamento, aun sabiendo que llegará el día en que nos sentemos y nos caigamos al suelo.
Alargar el proceso nunca evitará causar daño, en todo caso, el efecto será más grande, sobre todo si contamos con las consecuencias que recibe quien está mintiendo. Por una parte, uno tiene que mantener esa falsa fachada constantemente, lo cual resulta agotador, pues hay que estar en constante alerta y ser muy cauteloso con lo que se dice o hace; o de lo contrario, obtendrá rechazo por partida doble: lo hiriente que resulta la verdad sumado a la desconfianza que ha creado esa mentira. El sentimiento de culpa tampoco se queda atrás, el remordimiento de saber que no estamos haciendo algo bueno puede ser exhaustivo. Por otra parte, está el aislamiento de quien miente. Como en los secretos, no puedes confiar lo suficiente en nadie como para contar la verdad o cómo te sientes con respecto a ese constante ocultamiento; derivando en una especie de soledad.
Hay veces que de tanto mentir acabamos por confundir lo que es verdad de lo que es falso, en ocasiones, incluso, voluntariamente; cuando deseamos tanto tanto tanto que algo no hubiera sido como fue y nos autoconvencemos de que esa situación jamás ha sucedido porque somos incapaces de asimilar la cruda realidad.
Con el paso del tiempo nos damos cuenta de que las cosas no son tan sencillas como parecen en un principio. Estamos rodeados de mentiras, nosotros mismos mentimos ahora, todo el mundo miente, incluso aquellos que nos enseñaban a no mentir cuando éramos pequeños.
A continuación las imágenes de la parte física del proyecto.
«Que asco no soy como los demás por qué a mi nunca le gustaré a nadie estoy fea quiero ser como las chicas de Instagram me siento triste qué puto asco eres horrible».
Chica que, debido a las grandes mentiras de los estándares de belleza y presión social, ahora se siente mal con su propia imagen y tiene una perspectiva de la realidad completamente distorsionada.
«Es mentira no lo necesito no no tienen ni idea estoy bien me lo paso bien controlo todo el mundo bebe cuando está triste es para estar mejor para olvidar y ya todo está bien ayuda para qué».
Alcohólica que se autoconvence de que esta bien, que no hay ningún problema.
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